Desmontamitos: 5 falsos mitos sobre la insuficiencia renal

Te descubrimos algunos de los principales falsos mitos sobre la insuficiencia renal

Aunque la insuficiencia renal es más común en adultos mayores, puede ocurrir a cualquier edad, incluso en niños y adultos jóvenes. Existen múltiples causas de insuficiencia renal, aunque las principales siguen siendo la diabetes mellitus y la hipertensión arterial mal controladas.

Si bien los hábitos poco saludables, como fumar, beber en exceso y una mala alimentación, pueden aumentar el riesgo de desarrollar insuficiencia renal o de favorecer su progresión, también hay otras causas, como enfermedades metabólicas, autoinmunes, infecciones y factores genéticos que pueden desencadenar la enfermedad.

Aunque la insuficiencia renal crónica suele ser irreversible, hoy en día disponemos de tratamientos efectivos para ralentizar la progresión de la enfermedad. En caso de progresar a un estadio avanzado disponemos del tratamiento renal sustitutivo, ya sea el trasplante renal y/o la diálisis, para controlar los síntomas, evitar las complicaciones y recuperar calidad de vida.

Si bien la insuficiencia renal es un reflejo del mal funcionamiento de los riñones, es una enfermedad que puede tener efectos en todo el cuerpo. Puede provocar una serie de complicaciones, como hipertensión arterial, trastornos del equilibrio de líquidos y electrolitos, problemas óseos, anemia, trastornos del metabolismo y afectar el funcionamiento de otros órganos como el corazón y el sistema vascular.

La insuficiencia renal en sus etapas iniciales puede ser asintomática o presentar síntomas sutiles que pueden pasar desapercibidos. Es su estadio más avanzado sí que puede causar síntomas como fatiga, falta de apetito, ganas de vomitar, hinchazón en las piernas y ahogo. Es importante realizar chequeos regulares y pruebas de laboratorio para detectar la enfermedad en sus etapas tempranas y recibir el tratamiento adecuado.

Servicio de Nefrología