Transformación histórica del hospital por la pandemia de Covid-19

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Esta semana se ha intensificado la transformación que está experimentando el Hospital Universitario de Bellvitge –como lo hacen los del resto de Cataluña y España– para poder dar la mejor respuesta posible a la pandemia del Covid-19. Con el esfuerzo de todo el mundo y en un tiempo récord, se están realizando cambios, tanto estructurales como organizativos, para aumentar de forma muy notable la capacidad asistencial y la especialización en la dolencia.

Para dar respuesta al crecimiento de casos de pacientes con Covid-19, esta semana se han ampliado las camas de críticos y semicríticos y las plantas de ingreso de este tipo de pacientes.

Para los casos más graves, se han abierto nuevas camas para pacientes semicríticos en los módulos de la segunda planta del bloque tecnoquirúrgico, que se añaden a las UCI que ya existían. Para hospitalización convencional, se están habilitando unas 60 nuevas camas para enfermos de Covid-19 en los espacios de los antiguos quirófanos de las plantas 1 y 2, y se han continuado habilitando plantas del edificio principal para atender esta patología de forma sectorizada.

Para los pacientes en fase de prealta, se están instalando en el vestíbulo del edificio de consultas externas unas 50 nuevas camas donde serán atendidos los enfermos que hayan superado la fase más aguda de la dolencia pero todavía no puedan marchar a casa. En este edificio, la actividad en Covid-19 convivirá con las consultas médicas inaplazables que se continúan realizando y con las urgencias de Traumatología y Oftalmología. El Servicio de Urgencias también se encuentra reforzado por el hospital de día.

Toda la actividad programada quirúrgica y no quirúrgica continúa suspendida. Para poder tener más capacidad para tratar el Covid-19, pacientes afectados por otras patologías han empezado a ser trasladados a otros hospitales y clínicas del territorio. En breve, también se empezarán a trasladar a hoteles pacientes que no pueden recibir el alta médica por motivos sociales.

Otro gran cambio que ha experimentado el hospital es su cierre total a las visitas de familiares y acompañantes mientras dure la pandemia. Se ha establecido de un nuevo circuito de información a los familiares basado en la comunicación telefónica que reduce las citas presenciales al mínimo imprescindible.

Para reducir también el riesgo de contagios y para facilitar el trabajo asistencial, se han cerrado entradas y accesos y se han impuesto restricciones como la del acceso por Urgencias de profesionales de otros servicios. Todas las jornadas, cursos y formaciones están suspendidas desde el inicio de la crisis, y el horario y la actividad de las cafeterías y comedores también se han reducido significativamente.

Otros esfuerzos para facilitar las condiciones de trabajo de los profesionales han sido la puesta en marcha de un servicio de apoyo psicológico, la habilitación de 250 plazas adicionales para profesionales en el aparcamiento de visitantes, o un acuerdo que permite utilizar los vestuarios y las duchas del Polideportivo Municipal de Bellvitge Sergio Manzano.